El liderazgo verdadero va más allá de tener un título;
se trata de influir y servir con intención. Liderar con propósito
significa inspirar a otros a crecer, construir equipos sólidos
y trabajar hacia metas que trasciendan los resultados individuales.
Este pilar destaca la importancia de actuar con integridad,
tomar decisiones alineadas con los valores y mantener una visión
clara que motive a quienes te rodean. Cuando lideras con propósito,
creas un impacto positivo que deja huella en las personas
y en los proyectos que tocas, generando confianza
y promoviendo el éxito colectivo.